domingo, 29 de octubre de 2017

DÍA 1



Ese día teníamos miedo, pánico, pensábamos que al llegar todo seria gris, la gente, el lugar, el doctor, la sorpresa es que nada fue así, llegamos y solo vi gente sonriendo, pensamos, ¿nos habremos equivocado? entonces llego el doc, estábamos si duda en el lugar correcto, lo siguiente, no había caras largas, no había gente triste, todo lo contrario los familiares y pacientes eran muy positivos, no había ninguna cara de esas de pobrecitos, había un código, una solidaridad automática casi como una fraternidad.

Entonces estábamos en la sala de Quimio, no era mayor cosa, unos sillones bonitos, un ¨suero¨, unas enfermeras simpáticas y unas chucherías a mitad de mañana, mi miedo se estaba viendo humillado, aquello no era la oda a la muerte de la que tanto hablaban para mencionar la enfermedad, era una fiesta, una celebración de la oportunidad y la alegría de estar vivos.

Comenzamos y todo sin novedad, estando afuera solo nos mirábamos las caras unos con otros sin hablar mucho y de que hablaríamos, del miedo, de la vida, de la muerte, era difícil, leer un rato, mirar el teléfono un rato quizás, de pronto, un llamado, movimiento, el doctor y enfermeras revueltas, el doc sale con cara de circunstancia y explica ¨ella tuvo una reacción alérgica, pasa con un muy bajo porcentaje de pacientes, ya esta bajó control, paramos el tratamiento y le aplicamos un antialérgico, después hay que retomar el tratamiento con goteo más lento, pueden pasar a verla, aquí no hay nada escondido, enseguida entramos, con cara de susto y buen ánimo, ¿Todo bien?, ella acostada en el sillón se echa a reír, ¿los asusté?¨ yo si me asuste eso me empezó a picar y se me apago la luz¨.

Salimos de allí a las tres y media, almorzamos en la sala de quimio y merendamos allí también, en horas ya éramos panas de las enfermeras y reíamos con los cuentos de los familiares, yo aun llevaba el cabello largo, cuidado, sin teñir, sin planchar, me presentía que pronto dejaría de ser mío.

Llegamos a la casa, todo normal, la ¨borrachera¨ de los siguientes 3 o 4 días y listo, había perdido mucho peso, y a la semana comenzó a perder el cabello, no quería salir, no quería que la vieran desmejorada, se asomaba por la ventana de la sala largos ratos, empezamos a oler su tristeza y nos preocupamos, llamamos al doc, le explicamos y nos dio cita antes de la próxima sesión, la reviso, le mando antialérgicos, nos dio las formalidades para retirar los siguientes medicamentos y volvimos a la casa.

Simón estaba muy ansioso esos días, todo nuevo, la operación, el tratamiento, la perdida de peso, el no poder jugar como antes, entonces comenzamos a conversar con los orientadores en la escuela, hablamos con él, le pregunte que quería hacer, me dijo¨ Mami ella esta triste por su cabello 
¿verdad?¨ si mi amor, que quieres hacer, ¨No lo sé¨, quieres que nos cortemos todos el cabello para que ella no se sienta sola, ¨Si mami¨

Enseguida lo planificamos, y la convencimos que quedaríamos todos ¨tutuculares¨, entonces el día acordado llego, y raspamos esos cocos, debo confesar que Íngrid (la peluquera) no cobro, salio de la peluquería renovada, era ella otra vez, ya no se sentía sola, ya sabía que nunca estaría sola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PARA SIEMPRE

En el edificio hay lamentablemente, varios pacientes oncológicos una de las vecinas se acercó un par de días después de que ella fa...